El soplo del vendaval (2)

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15
abril
El soplo del vendaval (2)

CAPÍTULO II Si en algo tenía razón Tomás sobre su hermano era en su radicalismo. Jesús no recordaba exactamente cuándo había sido, no había una fecha concreta, había ido apareciendo lentamente desde su infancia. -Un anticristo en potencia –se escandalizaba el cura de su pueblo santiguándose y las beatas hacían otro tanto horrorizadas, mientras que Jesús, en aquellos tiempos un niño, murmuraba viéndolas hacer el signo de la cruz, picarazas. Y realmente lo parecían con el negro mugriento de sus ropas y el blanco enfermizo de sus carnes. Tenía Andorra, cuando nació Jesús en 1892, casi dos mil habitantes y unas cuatrocientas casas, en general de dos pisos, distribuidas en varias calles anchas, empedradas y limpias, cerrándose la población con cuatro puertas en arco. En su interior, dos plazas, la de la Iglesia y la Nueva. En el centro estaba la fuente cuyas aguas servían tanto para beber hombres y... >> Leer más

El soplo del vendaval (1)

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08
abril
El soplo del vendaval (1)

CAPÍTULO I Aquel día de verano de 1909 era de mucho bochorno en Barcelona, uno de esos en los que el sol cae a plomo y el menor movimiento hace sudar. El cuerpo apetecía de movimientos lentos, pausados y torpes. La calle se extendía recta, cruzada a su vez por travesías perpendiculares, alargándose el adoquinado hacia el infinito desdibujándose paulatinamente a medida que los ojos los seguían en una especie de difuminada neblina producida por el mismo calor. Los escasos automóviles que circulaban evitaban algún que otro carro tirado por caballos o viraban esquivando el tranvía en el último momento cuando algún alocado conductor decidía batir el record de velocidad convirtiendo las calles en un peligro. Para consternación de todos cada vez había más autos, sobre todo desde que tres años antes el Real Automóvil Club fomentara, en los medios de comunicación, este ingenio nuevo. Aquel día, sin embargo, parecía... >> Leer más