El soplo del vendaval (4)

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29
abril
El soplo del vendaval (4)

CAPÍTULO IV Había llegado hacía poco al puerto y notaba que los ánimos estaban cargados. El semblante de las personas estaba crispado; la menor chispa iba a desencadenar una tormenta de consecuencias catastróficas. Se quitó la gorra para secarse el sudor. La ligera lluvia del día anterior solo había provocado más bochorno, el aire caliente y quedo que se respiraba, sofocaba. Jesús echó una ojeada alrededor. Desde poco después del mediodía había comenzado a ir personal al puerto, formándose grupos aislados; hacia las tres de la tarde los grupos se habían convertido en gentío; ahora el gentío era una muchedumbre expectante y sudorosa en donde no se oía apenas palabra. No llevaba el revólver. Pasara lo que pasara no era aún el momento de ir armado. Su misión consistía solo en azuzar a la gente, nada más. Otros compañeros estaban desperdigados por el puerto con la misma misión. Se trataba... >> Leer más

El soplo del vendaval (3)

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22
abril
El soplo del vendaval (3)

CAPÍTULO III -¿Otra huelga? -No otra huelga, la huelga. La huelga revolucionaria. Jesús se quitó la gorra y la sacudió para desprender las gotas de lluvia. No tenían un sitio fijo donde reunirse. Acostumbraban a cambiar periódicamente para que la policía no los localizara. Actualmente estaban en una bodega. Dos candiles alumbraban creando sombras surrealistas. -La revolución, Jesús. Se hará huelga, pero en realidad de lo que se trata es de provocar una revolución aquí en Barcelona y que después se extienda por toda España. Y Rosendo acompañó sus palabras con aspavientos de brazos y ojos chispeantes. Jesús colgó la chaqueta y se sentó apoyando los codos en la improvisada mesa. Era el más joven de todos, pero se había ganado a pulso su puesto en las asambleas. Estudió aquellos rostros tan entusiasmados como Rosendo. -No me convence. -¿Qué quieres decir? –la voz de Julio pareció incrédula. -Es broma, ¿verdad?,... >> Leer más