El soplo del vendaval (18)

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05
agosto
El soplo del vendaval (18)

CAPÍTULO XVIII … y como puedes leer en la carta fui a visitar a mi familia. Ya no vivían en Barcelona y los vecinos me dijeron que mi hermana se había casado con uno del pueblo y que había regresado. Así que, como disponía de unos días acudí allí, pasando primero por Zaragoza a ver a tus padres… Ambos lo habían recibido cordial pero fríamente. Seguían sin aceptarlo, aunque asumieran el matrimonio como algo irreversible. Había estado poco tiempo con ellos y luego había cogido el coche de línea de la empresa Trallero para viajar a Andorra. Apenas se acordaba de ella, pero no vio en general grandes cambios, excepto que había crecido. Preguntando averiguó que su hermana residía en la calle del Cementerio. … me acogieron con más frialdad que tus padres, algo que cuesta de creer, pero no me despacharon… Su madre estaba en cama desde que dos... >> Leer más

El soplo del vendaval (17)

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29
julio
El soplo del vendaval (17)

CAPÍTULO XVII Orosia se movió en el lecho desperezándose, dobló una pierna, que formó una tienda de campaña en la colcha, y se apoyó en ella para echar el cuerpo hacia atrás incorporándose. Miró a Jesús; permanecía ausente del mundo. La ropa de la cama se había deslizado lo suficiente como para dejar al descubierto su torso. Orosia pudo ver la cicatriz del costado, la única que tenía. Era asombroso que el joven hubiera salido intacto de la guerra, que se hubiera licenciado sin ninguna secuela, ni física ni mental; ésta vino después, y le dejó tan abatido como cuando la Semana Trágica: Alejo, al llegar a su casa había matado a su mujer y a su amante, tan pronto descubrió el pastel. Jesús se sintió culpable de aquellas muertes, había sido peor el remedio que la enfermedad, nunca debió falsificar el contenido de las cartas que recibía su amigo.... >> Leer más