INTRODUCCIÓN

Comienzo una nueva sección en el blog dedicada al patrón de la villa de Andorra, una especie de ensayo biográfico en el que intentaré una estimación de cómo fue en realidad como persona y santo.

Existe una leyenda que unifica la Andorra de la provincia de Teruel con la Vella del Principado a través de San Macario, que viene a decir escuetamente:

Pastores del actual Albalate del Arzobispo crearon unas masadas en el Regallico San Julián que, por el color de la arcilla, llamaban Masadicas Royas, que se convirtió en aldea y tenía como patrón a San Julián. Aquí vienen pastores de Andorra la Vieja, uno de los cuales trae una imagen de San Macario para curar la hernia de un niño. Ante el milagro se empieza a venerar al santo. La población se empieza a conocer, a partir de ahora, como “San Macario de Andorra” y finalmente: “Andorra”.

El que la tradición de San Macario respecto a Andorra sea falsa, como vengo afirmando desde hace años, no es óbice para que se le tenga una devoción que, en algunas personas, a juzgar por sus palabras, raya el fanatismo.

Lo cierto es que el afecto a San Macario sobrepasa muchas veces lo religioso convirtiéndose en seña de identidad para la gran mayoría de los andorranos ausentes; cuestión que supo definir D. César Montañés[1], con cuyas palabras me identifico pues no en vano fui ausente durante 22 años:

Más que ermita y menos que santuario, es atalaya espiritual puesta por un pueblo para dar la bienvenida a los ausentes que vuelven, justo cuando pisan el querido término, allá por la recta de los ventorrillos.

O al coronar el Collao, como nos ocurría a nosotros en sí que el seiscientos terminaba de subirlo.

Porque otra cosa cierta es la comunión del santo con su ermita, hasta el punto que es difícil discernir qué se aprecia más en el corazón andorrano, puesto que ambos (santo y ermita) van indisolublemente unidos.

¿QUÉ SAN MACARIO ES EL NUESTRO?

Siempre que se habla de San Macario se comienza especificando quién es, ya que hay confusión.

Alberto Faci afirma que es San Macario Abad, opinión que comparte mosén Generoso Vázquez, el cual compuso una novena al santo llamada histórica en 1925, escribiendo en ella un resumen de su vida.

En el santoral pone que el santo que se celebra el 2 de enero es San Macario de Alejandría, anacoreta, el joven, llamado así para diferenciarlo de San Macario de Egipto, el viejo, el cual se celebra el 15 de enero.

La vida de nuestro patrón, si se consultan diversas bibliografías, nos demuestra que San Macario Abad, de Alejandría, anacoreta o el joven son siempre la misma persona.

COMENTARIO PRELIMINAR

El estudio de la Vida de San Macario puede conducir a varias conclusiones según las creencias de cada uno. Así por ejemplo, un creyente afirmará que este insigne anacoreta es uno de los mejores ejemplos de la vida ascética. Pero un ateo quedará convencido de que San Macario era en realidad un sadomasoquista. Y en general, cualquiera que lea su biografía dirá que al menos no estaba bien de la cabeza.

No deben extrañar estas palabras, porque solemos interpretar lo que leemos según nuestras creencias y época en la que vivimos, lo cual no ayuda en absoluto a conocer las motivaciones reales de las personas.

Es pues un error juzgar a San Macario según nuestra época actual. Para ser ecuánimes con él hay que hacerlo desde el punto de vista de la época en que vivió.

Ilustración 1 – San Macario Abad

[1]  Juan-César Montañés y Montañés. “Un Siglo de Historia en la Villa de Andorra”. Patronato de Cultura y Turismo de Andorra. 2009.