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05
diciembre
Crónica de la Guerra Civil y Andorra (Te) (11)

AÑO 1938

5 DE FEBRERO

         Ofensiva nacional en el Alfambra.

7 DE FEBRERO

         Las fuerzas nacionales rompen en tres sectores el frente turolense.

9 DE FEBRERO

         Día del Estudiante Caído[1] en la España de Franco. Su esposa, Carmen Polo, benefactora de ropero salmantino.

15 DE FEBRERO

         “Mundo Obrero” y Manuel Delicado Muñoz[2] por la defensa de los intereses de la clase obrera.

17 DE FEBRERO

         Prosigue la ofensiva franquista en el Alfambra.

         El Caudillo hace saber a Berlín su oposición a cualquier arreglo pacífico de la contienda; solo aceptará la rendición incondicional.

19 DE FEBRERO

         Los niños vascos enviados a Inglaterra para protegerlos de la guerra son repatriados. Peor destino tendrán los niños[3] enviados a la Unión Soviética: nunca regresarán salvo excepciones[4] y muchos morirán defendiendo la URSS[5] de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial[6].

         No solo el gobierno ruso sino también el propio Partido Comunista Español se opuso a la repatriación de los niños evacuados a la URSS[7]. Al respecto cabe destacar las palabras de Dolores Ibárruri, la Pasionaria, que transcribe el dirigente del PCE Jesús Hernández[8]:

‹‹ No podemos devolverlos a sus padres convertidos en golfos y prostitutas, ni permitir que salgan de aquí como furibundos antisoviéticos ››

         Los primeros niños repatriados de Rusia serán por medio de la División Azul en plena guerra mundial, pero hasta 1956 no se conseguirá el acuerdo entre España y la URSS para que puedan regresar. El retorno se produjo sin publicidad alguna. Las autoridades rodearon el acontecimiento del mayor sigilo, para que no trascendiera al público, a la vez que sometían a aquellos inmigrantes especiales a un estricto control; al fin y al cabo, para las autoridades fascistas, regresaban del infierno, eran todos rojos y recelaban de ellos[9].

20 DE FEBRERO

         Los nacionales cierran el cerco de Teruel.

22 DE FEBRERO

         Aranda ocupa Teruel. El líder anarquista “El Campesino” a punto de ser hecho prisionero.

27 DE FEBRERO

         Críticas del PCE a Prieto. En Madrid se pide la fusión PSOE – PCE.

1 DE MARZO

         La Pasionaria y el PCE se manifiestan en Barcelona contra los capituladores, es decir, los que, como Indalecio Prieto, viendo perdida la guerra, desean encontrar una salida honorable que termine con un esfuerzo ya inútil, cuyo coste en vidas humanas resulta elevadísimo.

4 DE MARZO

         Termina la batalla de Teruel, aparentemente en tablas. Los soldados republicanos, agotados, retroceden hacia Valencia.

         El coste de vidas ha sido considerable: por el bando nacional se calculan 25.000 muertos con 16.000 heridos y aproximadamente la mitad en el bando republicano.

         Han intervenido andorranos en esta batalla. En la parte republicana estuvo el tío de mi madre: Mariano Insa. Aunque no lo puedo asegurar posiblemente fue durante esta batalla que el tío Mariano enfermó de tuberculosis, que le afectaría los huesos y terminó matándolo en 1965.

         Entre los fallecidos tenemos a José Quílez Ciércoles, de 23 años, labrador, que pertenecía a la 215 Brigada de la 67 División

***

         Arrecia la campaña comunista contra Prieto.

6 DE MARZO

         Se establece en la zona republicana un recargo del 10 % en los artículos de lujo con destino a los combatientes.

7 DE MARZO

         Franco sabe aprovechar el agotamiento de la tropa enemiga atacando el sur del Ebro en un frente de más de 100 Km y en cinco direcciones. Son tropas navarras, marroquíes y del Comando di Truppe Volontaire italianas.

La intención del Caudillo es arrollar al enemigo avanzando hacia el río Guadalope, momento en que se pondrán en movimiento el resto de las tropas de Navarra y Aragón adelantando sus filas hasta el Cinca, o de ser posible, el Segre. Conseguido esto, hacer avanzar nuevamente las del sur.

         La sorpresa del ataque sorprende a los republicanos, pues las tropas nacionales están tan agotadas y desgastadas como las propias y les impide reaccionar.

         El empeño de Franco de recuperar Teruel supone a la postre un gran triunfo militar: el frente de Aragón, desde Vivel del Río hasta los Pirineos, se desploma completamente.

9 DE MARZO

         Al amanecer comienza la batalla de Aragón. La 24 División republicana se derrumba ante Yagüe, y ante al CTV[10] la 30 División. El frente de XII Cuerpo de Ejército queda totalmente roto, y aunque el XXI aguanta la embestida nacional la situación ya es grave.

***

         Se promulga el Fuero del Trabajo en la España nacional. Se trata de una de las Leyes Fundamentales del Reino[11] promulgadas por el régimen de Franco.

         El Fuero del Trabajo crea la Magistratura de Trabajo, el Sindicato Vertical y regula la vida laboral y económica, concretamente en cuestiones relacionadas con la jornada laboral, las vacaciones, los salarios mínimos y los precios. Tales concesiones no eran otra cosa que regulaciones de la vida económica y estaban supeditadas al interés de la nación, de modo que aún reconociendo la iniciativa privada, el Estado la podría sustituir en dos ocasiones: cuando aquella fracasase o cuando lo exigiese el interés público.

         De especial importancia y de rabiosa actualidad es que sienta las bases de la SEGURIDAD SOCIAL, que el propio franquismo instauraría más tarde.

10 DE MARZO

         Las tropas de Franco entran en Belchite. Los soldados republicanos se retiran con los nacionales pisándoles los talones.

         El general Vicente Rojo toma el mando y trata de encauzar los combates, pero la moral de los soldados ha caído vertiginosamente y el XII Cuerpo abandona sus posiciones. El ejército franquista avanza incontenible hacia Caspe y Alcañiz.

11 DE MARZO

         Los nacionales bombardean Alacón, Oliete, Ariño, Albalate y todas las carreteras adyacentes.

12 DE MARZO

         El frente republicano ha desaparecido y el XII Cuerpo de Ejército con él.

         El general Rojo ordena establecer una línea de contención sobre el río Martín y una segunda cubriendo Caspe y Alcañiz con el XVIII Cuerpo de Ejército. Para ello lo divide en cinco grupos. Los dos primeros defenderán Quinto y Lécera respectivamente; las dos siguientes cubrirán el río Guadalope desde Híjar y Alcañiz a Oliete y Alacón; la última defenderá Caspe.

         El plan tiene un fallo: el XVIII Cuerpo de Ejército está apenas sin hombres[12]

***

         Andorra es bombardeada por 14 aviones Savoia 79, que arrojan 180 bombas de 50 kilos entre nuestro pueblo y Alcorisa[13].

         Los refugios antiaéreos de la población eran las bodegas de las casas, pero también se habían excavado unos cuantos en el Cabecico de la Horca[14], cerca de una de las ametralladoras instaladas.

13 DE MARZO

Mas de Manurro

         Era domingo.

         Hacía unos días que había llegado el tío Mariano (hermano de mi abuela) del frente de Teruel. Herido de un balazo que le había atravesado el tobillo había preferido acudir al mas con sus padres en lugar de huir hacia el Levante como los demás. Aparte de él, estaban en estos momentos en el Manurro su hermano José y un amigo de ambos, Monclús.

         Las noticias que habían traído eran preocupantes y se oían rumores del rápido avance de las tropas de Franco, pero no había nada concreto y por el bien de todos era necesario saber algo seguro. Después de todo, no hacía muchos días que había pasado un alcahuete[15] en vuelo rasante por el Manurro dando un susto a la tía Carmen, que sentada como estaba cayó al suelo al echarse para atrás; iba tan bajo que mi madre recuerda haberle visto el casco de cuero y las gafas al piloto.

Así que mi abuelo Mariano[16] decidió acercarse al pueblo para enterarse de las noticias de primera mano.

         Al llegar a la casa del peón caminero, que se encontraba entre la Calzada y el Ventorrillo, el tió Caminero, que era de derechas, le detuvo y le preguntó dónde iba. Mi abuelo contestó que a Andorra para saber cómo iba la guerra.

     – ¡Vuélvete a escape! ¡Que están aquí mismo!

Mi abuelo regresó al Manurro corriendo. Antes de llegar oyó los ecos lejanos de disparos; estaba habiendo un tiroteo entre nacionales y republicanos en la cuesta de la Calzada.

     Sin aliento llegó al mas y advirtió a sus cuñados y a Monclús, que salieron huyendo.

     Mientras las mujeres y el bisabuelo Albarcas eliminaban todo rastro de que había habido allí gente, mi abuelo arrojaba al pozo su carné de la CNT[17] y la escopeta de caza.

     Al poco asomó una cuadrilla de regulares moros y un oficial, un calfurnicas con polainas y antiparras, según dice mi madre, que todavía le parece estar viéndolo.

         Mi abuela Apolonia vio horrorizada cómo su hija pequeña, de dos años, levantaba el puñico saludando a los soldados.

         – ¡La mano abierta! ¡abierta!

         Mi madre reaccionó rápido, tenia ya 5 años, y saludó a lo falangista.

         El oficial, con bigotito fino, preguntó quien vivía en la masía y si habían visto rojos.

         No creyó la respuesta. Pidió de beber, debía estar reseco, y ordenó registrar el Manurro.

         Mi abuelo les dio de beber a todos, sacando sin cesar agua del pozo, mientras los moros regiraban el mas, el pajar, la pajera, el bardal, el cubierto…

         No hallaron nada y finalmente siguieron su camino.

El Cenallo

         Aunque no lo puedo asegurar, posiblemente fueron los mismos soldados que habían estado en el mas del abuelo Albarcas y que pasaron del Manurro al Cenallo, al mas del tió Sidal al que tuvieron encañonado con las manos en alto mientras registraban la masada.

         Tampoco hallaron nada y siguieron ruta.

         El tió Sidal respiró, pero no quiso tentar la suerte. Después de esta experiencia, cogió a la familia con el carro y marchó al pueblo.

El Campo de Aviación

         En su ruta los nacionales se apoderan del aeródromo que se había construido en el Saso, para lo cual habían quitado olivares y arrasado cepas. Los daños del campo fueron valorados en 3.000 pesetas en 1941[18].

Andorra

         La campana de San Macario tocaba arrebato indicando que se aproximaban aviones.

         Mientras la gente corría a ponerse a salvo (mi padre con siete años saltó la sección inferior de una de aquellas puertas divididas que permitían cerrar la parte de abajo y tener abierta la de arriba), aparecieron aviones italianos para el primer bombardeo, que deshizo la parte trasera de una vivienda.

         Al poco pasó la segunda oleada bombardeando el comienzo de la carretera de Alloza, en éste, según rumores, murieron algunos milicianos de los que residían en nuestro pueblo descansando tras la batalla de Teruel. Fueron enterrados en uno de los campos de Val de Molinos. Del pueblo no falleció nadie[19].

         En la tercera pasada las bombas destrozaron dos casas de la Replaceta de San Blas y la casa de Alejandrino Gambod. Tampoco hubo bajas.

         Terminado el ataque hubo gente que abandonó Andorra para refugiarse en los mases y otros que retiraban los escombros buscando posibles víctimas. Entre los bombardeos de hoy y ayer son 34 los edificios derruidos e inhabitables[20].

         Y entonces apareció un tanque por la carretera de Albalate entrando en el pueblo acompañado de tropas italianas, que se encontraron con un vecino a quien el teniente pidió que los llevara a la iglesia.

         La primera medida de los recién llegados fue bandear las campanas para dar a conocer que Andorra había sido liberada[21].

         La segunda, nombrar a punta de dedo a la persona que habían obligado a conducirlos a la iglesia[22], alcalde y le hicieron responsable de los desmanes que pudieran producirse. Y así fue cómo, Mariano Blasco Esteban, el Montaña, que era de izquierdas fue el primer alcalde andorrano de la España de Franco.

         Las tropas ocupantes comprobaron que los nidos de ametralladoras en San Macario, Cabecico de la Horca y en el alto de donde hoy tienen los talleres los Alfonso, estaban vacíos; se instalaron dónde les dio la gana, revolvieron todo y arramplaron  cuanto de valor encontraron, que no fue mucho porque ya se les habían adelantado los anarquistas con la Colectividad, aún así todavía se llevaron el microscopio municipal que el veterinario tenía en el matadero[23].

         Vamos, que entre el saqueo de la izquierda primero y la derecha ahora, el andorranito de a pie se quedó con el culo al aire.

         Ah, pero como buenos españoles, que nos puede la envidia, el resentimiento y el ajuste de cuentas, hubo andorranos que se aprovecharon del expolio, pues no iban a ser menos que los andorranos que se habían beneficiado con el pillaje anarquista.

         Por suerte para el pobre alcalde, todo esto no entró dentro de la definición de desmanes con los que lo habían amenazado.

Las delaciones

         La envidia, el resentimiento y la avaricia no se limitó al latrocinio. Igual que hubo un delator en 1936 ahora tendríamos otro, que denunciará a andorranos izquierdistas. La suerte que hubo en este momento frente al anterior es que Franco ya había prohibido los fusilamientos indiscriminados y todo aquel acusado debía someterse primero a juicio. Pero esto no libró a ningún denunciado de la cárcel mientras se averiguaba la verdad de las acusaciones. Y dado que estábamos en guerra toda investigación se pospuso a que terminara.

         Mi abuelo Mariano fue una de estas víctimas. Conocía al denunciante, un forastero que vivía en Andorra y a quien llamaba por el nombre del pueblo del que procedía. Siempre sostuvo que aquel hombre no lo acusó por ser de derechas y él de izquierdas, sino porque era simplemente una mala persona.

Campo de trabajo de Maella

         Los acusados, o al menos parte de ellos, como mi abuelo Mariano y su amigo Jorge, son encerrados en el campo de Maella, parco en comida y rico en piojos.

         Allí los incorporan a Batallones de Trabajo para el gobierno franquista. En malas condiciones y se encontraran como se encontraran debían cumplir con lo establecido si no querían sufrir represalias. Mi abuelo Mariano, por ejemplo, sufrió en aquel tiempo un cuadro de reuma que apenas le permitía moverse, y su amigo Jorge, que era delgadico, se lo cargaba a hombros para llevarlo al campo de trabajo.

Los avales[24]

         En un principio todo tiene que pasar por manos clericales: los avales para salir de los campos de concentración y de las cárceles; para que no te destinen a los Batallones de Trabajadores; para poder tomar parte en cualquier tipo de oposición y hasta el matrimonio judicial no podrá registrarse si previamente no se celebra el eclesiástico.

***

         El general Vicente Rojo dirá de este día[25]:

‹‹ En el sector de Andorra ha cundido el pánico y se perdieron los pueblos de Ariño y Alloza y finalmente el de Andorra. Los ha perdido la agrupación de fuerzas de Oliete. Las posiciones se pierden con muy poca lucha o ninguna. Sólo el Cuerpo XXI se está comportando, desde el primer día, de un modo magnífico. El resto de las tropas no sirve prácticamente para nada ››

14 DE MARZO

         Francia rearma la frontera pirenaica.

15 DE MARZO

         Las tropas republicanas defienden Caspe de los ataques franquistas.

16 DE MARZO

         En Castelserás muere el soldado republicano andorrano Manuel Alquézar Galve, de 26 años, agricultor. Pertenecía a la 46 División del Campesino.

22 DE MARZO

         Inicio de la ofensiva nacional en el Maestrazgo.

25 DE MARZO

         Las tropas franquistas cruzan el Ebro y toman Bujaraloz.

27 DE MARZO

         Fraga en manos de los nacionales.

***

         Franco frena el avance de Yagüe en tierras catalanas: Francia ha armado la frontera, Hitler se ha apoderado este mismo mes de Austria… el Caudillo teme una posible repercusión internacional nada favorable si se aproxima demasiado a los Pirineos. Su vista se dirige a Valencia.

28 DE MARZO

         Muere en el Castillo de Lérida el soldado republicano andorrano Ignacio Lisbona Villanueva, de 28 años, agricultor. Pertenecía a la 101 Brigada de la 46 División que mandaba el Campesino.

29 DE MARZO

         Las tropas de Solchaga y Moscardó en el río Cinca.

***

         Prieto, pese a todos los ataques comunistas a su persona, no se arredra y presenta un dramático informe ante el Consejo Supremo de Guerra: se impone abrir negociaciones con Franco.

***

         En este mes de marzo, no tengo la fecha, muere en un campo de concentración en Francia el soldado republicano andorrano Antonio Quílez Balaguer, de 25 años. Pertenecía a la 46 División del Campesino.

         También fallece este mes el soldado republicano andorrano Pedro Fabregat Cases de 24 años, tejero, entre Sarrión y Albentosa.


[1] Se refiere al falangista Matías Montero, asesinado a tiros por la espalda el 9 de febrero de 1934, aunque no fue el primero. Los asesinatos de falangistas a manos de izquierdistas comenzaron en enero de 1934 a raíz de la publicación del semanario FE; se entró así en un círculo vicioso, pues los primeros comenzaron a aplicar represalias sobre los segundos, quienes aumentaron su violencia y así sucesivamente. El 5 de febrero de 1938 el gobierno franquista declara, para los centros docentes, festivo este día.

[2] Uno de los líderes del PCE, que llegó a ser Director General del Ministerio de Agricultura.

[3] Según avanzaba la Guerra Civil, debido a las duras condiciones que se sufrían en la retaguardia republicana, se organizaron diferentes “envíos” de menores de edad a países más o menos afines ideológicamente a la causa republicana o únicamente con intenciones humanitarias, con el objetivo de que los pequeños dejaran atrás las calamidades propias de la guerra. Sin embargo, debido a las precarias condiciones en que se producían las evacuaciones (alguna de ellas, con gran urgencia por la cercanía de las tropas franquistas), se produjeron diversos casos de confusión y pérdida de niños. Hubo menores extraviados en el trayecto de una provincia a otra y padres que pensaban que sus hijos iban a Francia y no a la Unión Soviética.

[4] La Dictadura Comunista no les permitía salir del país.

[5] A estos se les conoce como los Niños de Rusia

[6] En 1943 el 40 % de los niños evacuados a la URSS habían fallecido, ya fuera luchando contra los alemanes, por hambre, frío, enfermedades o ejecutados a manos de los rusos acusados de ser falangistas que habían sido traídos a la Unión Soviética durante la guerra civil española.

[7] “65 años como niño de la guerra en Rusia”, El País. Artículo del 9 de febrero de 2003.

[8] Uno de los fundadores del PCE. Exiliado en México, fue expulsado de dicho partido en 1944 tras haber mantenido enfrentamientos con la dirección del PCE, y purgado de la historia oficial del Partido Comunista Español después de que escribiera un libro crítico con el papel de Stalin y la URSS en la Guerra Civil: Yo fui un ministro de Stalin. (1953.Ediciones América, México).

[9] Centro Español de Moscú: “Los niños de la guerra. El retorno”

[10] Las tropas italianas que luchan junto a Franco.

[11] Las Leyes Fundamentales del Reino fueron un total de 8 y organizaron los poderes del Estado durante la dictadura franquista. Gran parte de las mismas procedían de tiempos anteriores al régimen, incluyendo las promulgadas por la Segunda República.

[12] José Mª Maldonado Moya. “El frente de Aragón”. Mira Editores. 2007.

[13] José María Maldonado Moya. “La guerra civil en Andorra y su comarca”. Revista de Andorra num. 7 C.E.L.A.N. 2000.

[14] Ramona Alquézar Pérez. “Noticias de viejos archivos”. Cierzo nº 336. Agosto 2009.

[15] Avión de reconocimiento, según la jerga empleada en la guerra civil.

[16] Se llamaba igual que su cuñado.

[17] Aunque era socialista y no anarquista.

[18] Archivo Municipal de Andorra.

[19] Ángel Cañada Giner. “1036-1939. La Tragedia en Andorra”. Publicaciones El Sembrador.

[20] Archivo Municipal de Andorra.

[21] Es decir, libre de las garras rojas. El anticomunismo de la España nacional les hacía creer que no conquistaban tierra enemiga sino que la liberaban de la esclavitud revolucionaria.

[22] En realidad se lo pidieron por las buenas, pero cualquiera les dice que no.

[23] Ángel Cañada Giner. “Diccionario enciclopédico de la vida rural en Andorra”. CELAN. 2015.

[24] Ángel Cañada Giner. “1936-1939. La Tragedia en Andorra”. Publicaciones El Sembrador.

[25] Ramón Salas Larrazábal. “Del Alfambra al Mediterráneo”. La Guerra Civil Española. Tomo 19: La República partida en dos. Ediciones Folio S.A. 1997.

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