30
agosto
SAN MACARIO - Patrón de la Villa de Andorra (3)

EL MUNDO CUANDO VIVIO SAN MACARIO (2)

 

2.- SITUACIÓN RELIGIOSA (1)

 

2.1.- La Religión pagana

 

Desde los tiempos de Augusto, época en que nació Jesús, la religión del Imperio Romano había ido evolucionando tomando cada vez más auge las llamadas “religiones mistéricas”, como el culto a Isis o al dios-sol.

Era esta gama de religiones las imperantes en el Imperio cuando nació San Macario, pero no eran las únicas.

 

2.2.- El Culto Solar

 

El culto mistérico del dios-sol es más antiguo que la propia Roma, estando además extendido por todo el territorio y Asia. Dioses solares son por ejemplo: Osiris, Adonis, Dionisos, Mitra, Krisna, Baco,  etc.

Todos los dioses-solares tienen una serie de características comunes: es un dios joven, de origen astral, que cada año muere y resucita encarnando así los ciclos de la vida en la naturaleza. Se da además la circunstancia que nacen para cargar en ellos los pecados de los hombres y redimirlos a través de su muerte y resurrección.

El día de nacimiento de casi todos los dioses solares era el solsticio de invierno, concretamente el 25 de diciembre[1].

 

Ilustración 3 – El dios Mitra

 

2.3.- Jesús de Nazaret, alias Jesucristo

 

Los que lo conocieron se encontraron con un hombre que había muerto y había sido resucitado por Dios:

 

Israelitas, escuchadme: Dios acreditó ante nosotros a Jesús el Nazareno con los milagros, prodigios y señales que hizo por medio de él, como bien sabéis. Conforme al plan proyectado y previsto por Dios, os lo entregaron y vosotros lo matasteis crucificándolo por manos de los paganos; pero Dios lo ha resucitado, rompiendo las ligaduras de la muerte, pues era imposible que la muerte dominara sobre él. (Hechos de los Apóstoles, 2: 22 – 24)

 

Este texto es importante porque nos dice la visión que los apóstoles (incluido Pedro, que es quien habla) tenían de Jesús:

 

  • Jesús era el Enviado de Dios, un profeta, pero humano como cualquier otro.
  • Los milagros no los había hecho Jesús sino Dios a través suyo.
  • Jesús no se había resucitado a sí mismo, lo había resucitado Dios.

 

No obstante, al propagar la Buena Noticia[2], junto a sus enseñanzas hablaban de su vida. Los paganos que los escuchaban oían hablar de un hombre muerto y resucitado, igual que los dioses-solares en los que muchos creían. La identificación entre ambos (dios-solar / Jesús) no tardó en producirse, y en el momento que ocurrió el Jesús histórico desapareció y surgió otro Jesús que adquirió las cualidades de un arquetipo: el del dios-solar, que otro autores llaman arquetipo crístico. Tanto es así que algunos exegetas consideran que los Evangelios están contaminados de creencias solares[3].

El mismo Jesús pareció olerse lo que iba a ocurrir, porque en Mateo 7: 21 – 23, nos advierte que lo importante son sus enseñanzas NO quién es él:

 

No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor! Entrará en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor! ¡Señor! ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre hemos arrojado a los demonios y hecho milagros en tu nombre? Entonces yo les diré: “Nunca os conocí. Apartaos de mí, agentes de injusticias”.

 

2.4.- El cristianismo evoluciona

 

Si recordamos las palabras de Pedro en los Hechos de los Apóstoles comparándolas con el catolicismo actual vemos que la visión sobre Jesús ha cambiado. Esta evolución ocurrió ya en los primeros años del cristianismo. Un hecho que podemos observar incluso en el Nuevo Testamento. Veamos la siguiente tabla comparativa:

 

 

Comparación entre el cristianismo de San Pablo (Epístolas) y las enseñanzas de Jesús (Evangelios)

 

SAN PABLO

 

JESÚS

 

Religión basada en la persona de Jesucristo “Religión”[4] basada en sus enseñanzas
La fe en Jesucristo trae la  salvación Únicamente cumpliendo sus enseñanzas se consigue la salvación
Jesucristo es Hijo de Dios Quién es él no tiene ninguna importancia. Lo importante son sus enseñanzas
Dios es Padre de Jesucristo y de los cristianos Dios es Padre de toda la humanidad
Aconseja la corrección y condenación (si no se corrige) de quien se aparte del camino Aconseja no condenar para no ser condenados
Premio eterno y castigo eterno Premio y castigo según algo similar a la Ley del Karma[5]

 

 

Sabemos por la historia que fueron las tesis paulinas las que predominaron en la Iglesia que ha llegado a nuestros días. Pero podemos ver ya que no había unidad en el cristianismo en aquel tiempo. Tenemos más ejemplos en las diferencias entre Pedro, Santiago, Pablo, circuncisión sí o no, etc., que hallamos en los Hechos de los Apóstoles.

Por tanto, si no había unidad entre los contemporáneos de Jesús, aún la hubo menos tres siglos después.

En su origen el cristianismo había sido solo una secta judía[6], de la que terminó separándose definitivamente a raíz de la rebelión hebrea del año 70.

A medida que pasaban los años y la comunidad cristiana crecía se iban creando más y más ramas de ésta. Así como aumentaba la complejidad de su organización a la vez se contaminaba de ideas paganas, porque al tiempo que unos aceptaban, al estilo judaico, un monoteísmo sin reserva, a otros les parecía demasiado frío y austero frente a la riqueza pagana; se echaba a faltar la divinidad femenina y los dioses menores. En sustitución de estos últimos, tal y como nos da a conocer Lucía Pérez García – Oliver[7], se comenzó a venerar a los santos. El origen de dicho fervor radica en la admiración de las gentes hacia los primeros mártires cristianos. Hay datos de muestras de devoción y celebraciones en torno a las tumbas de los mismos desde finales del siglo II. El intento de proteger sus cuerpos de las profanaciones en época de persecución llegó en numerosos casos a extraerlos de sus tumbas y guardar sus restos, a saber de las veces, repartidos, lo cual llevaría a la veneración de sus reliquias.

Así pues, fue la presión por parte de los cristianos comunes, AUSPICIADOS por el propio emperador Constantino, lo que condujo a un aumento del brillo ceremonial y a sustituir los viejos dioses por la veneración de santos y mártires. Con el tiempo la propia divinidad femenina fue reemplazada por la Virgen María. Tema este último (el de la veneración de la Virgen) que tuvo sus más y sus menos en vida de San Macario. San Epifanio en el año 403 arguyó contra una herejía llamada de los corilidianos porque, echando de menos la práctica idólatra pagana de la diosa madre, empezaron a tributar dicho culto a la Virgen María y escribió: Ella fue una virgen honrada por Dios, pero no nos fue dada para ser adorada. Y más adelante añadió: Esto dijo Jesús para que el pueblo entendiera que la Virgen era humana y nada más. Porque si Cristo no quiere que los ángeles sean adorados menos quiere que se rinda culto a esa que fue nacida de Ana… Dejad que María tenga honra y que solo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sea adorado. Que nadie de culto a María. (Contra las Herejías. LXXIV).

Pero como sabemos el bueno de San Epifanio fracasó y para el siglo VIII se había generalizado el culto mariano con el visto bueno de la Iglesia.

Si nos quedaba alguna duda al respecto sabemos por Eusebio de Cesárea, que escribió la vida de Constantino, que el emperador, para atraer a los paganos a la nueva religión, traspuso a ésta los ornamentos a los que estaban acostumbrados.

De esta manera el cristianismo pasó de un monoteísmo absoluto en donde solo se podía rezar a Dios, igual que ocurría en el judaísmo, a convertirse en un paganismo camuflado[8]. Dios seguía siendo el personaje principal, pero ya no se rezaba solo a él, se rezaba también a los santos y vírgenes, igual que el paganismo había rezado a multitud de dioses.

Las estatuas de los dioses paganos fueron sustituidas por la de los santos siendo adoradas como lo fueron las antiguas y todo esto creó un problema.

 

2.5.- Se cambian los 10 Mandamientos de la Ley de Dios

 

Dios en sus 10 Mandamientos había hecho dos  especificaciones importantes:

 

  • No tendrás otro Dios que no sea Yo[9]
  • No te harás estatuas ni imágenes. No te postrarás ante ellas y no les darás culto

 

Ante esta situación que iba en contra de lo que se estaba convirtiendo en Tradición la Iglesia optó por alterar los 10 Mandamientos DADOS por Dios dejándolos en:

 

  • Amarás a Dios sobre todas las cosas
  • No consentirás pensamientos ni deseos impuros

 

También cambió el Mandamiento de Dios:

 

  • No cometerás adulterio

 

Por este otro:

 

  • No cometerás actos impuros

 

Una cuestión muy espinosa, por no decir grave, máxime si tenemos en cuenta que el propio Jesús, en el Sermón de la Montaña, dice textual y claramente:

 

No penséis que he venido a derogar la ley y los profetas; no he venido a derogarla, sino a perfeccionarla. Porque os aseguro que, mientras no pasen el cielo y la tierra, ni un punto ni una coma desaparecerán de la ley hasta que todo se cumpla. Por lo tanto, el que quebrante uno solo de estos preceptos mínimos y lo enseñe así a los hombres será tenido por el menor en el reino de Dios› (Mateo 5: 17-19)[10]

 

En resumen, en el siglo IV la Iglesia se había paganizado tanto que se vio forzada a adulterar los 10 Mandamientos de la Ley de Dios convirtiéndolos en mandamientos humanos.

 

2.6.- Disculpa y justificación

 

Aunque a alguno se lo pueda parecer no estoy atacando a la Iglesia, Dios me libre.

Me limito tan solo a narrar un hecho histórico fácilmente comprobable, porque el que quiera, puede encontrar los Mandamientos originales en la Biblia y los nuevos en el Catecismo.

Además si saco esto a colación es porque ayuda a entender el comportamiento de San Macario, ya que ni era sadomasoquista ni estaba tarado.

Estos dos mandamientos de nuevo cuño iban a influir, y de qué manera, en el cristianismo posterior.

 

2.7.- Las ramas cristianas en el siglo IV

 

Diversas, porque no todos consideraban válida la visión que tenía sobre el cristianismo una Iglesia que se consideraba así misma Universal, es decir, Católica.

Todos los conceptos existentes sobre el cristianismo se pueden agrupar en tres ideas básicas:

 

  1. los que creían que Jesús era Dios y hombre al mismo tiempo. Ej.: los católicos
  2. los que negaban la naturaleza divina. Ej.: los arrianos[11]
  3. los que negaban la naturaleza humana. Ej: los monofisistas.

 

Había un cuarto en discordia: los gnósticos. Perseguidos con saña, diversos de sus evangelios fueron ocultados para ser descubiertos en Egipto (Nag Hammadi) a mediados del siglo XX. Aunque agrupados bajo un mismo nombre no hay unidad en la gnosis. De todos ellos el más similar a los canónicos es el Evangelio de Tomás, pero tiene también importantes diferencias como para ser aceptado por la Iglesia Católica. Del resto se puede desprender una mayor preponderancia de la mujer e incluso una supuesta relación sentimental entre Jesús y María Magdalena, aparte de los conceptos religiosos que defienden.

Pero estas ramas no eran las únicas, como digo había una gran diversificación. Sin ir más lejos la literatura paleocristiana nos ha dejado constancia de otras dos grandes comunidades o corrientes judeocristianas en los primeros siglos del cristianismo: los Nazarenos y los Ebionitas. Los primeros eran los descendientes directos de la iglesia judía de Jerusalén[12], que huyeron de la ciudad para refugiarse en Pella (al oriente del Jordán) recordando las profecías de Jesús cuando Tito, el futuro emperador romano, cercó la ciudad en el año 70. Los ebionitas existían ya en el siglo II siendo citados por San Irineo al informar que siguen el evangelio según San Mateo[13] y rechazan a San Pablo, llamándole apóstata de la Ley.

Por desgracia, ninguna rama y conceptos cristianos coexistían pacíficamente.

 

[1]  Si se hiciera una tabla comparativa entre todos los dioses solares comprobaríamos que tienen prácticamente la misma biografía y sospechosamente similar a la que nos ha llegado de Jesús de Nazaret.

[2]  “Evangelio” significa “Buena Noticia” o “Buena Nueva”.

[3]  Al menos, en sus datos biográficos lo está. No hay duda que, en el momento de escribir su vida, primó la necesidad de anteponer el arquetipo en que se convirtió a su biografía real, para hacerlo más asimilable a las creencias paganas.  Por ejemplo, en los primeros tiempos del cristianismo se creía, según nos ha dado a conocer Lactancio (uno de los Padres de la Iglesia), que Jesús murió el 23 de marzo y resucitó el 25 del mismo mes, exactamente las mismas fechas en la que los romanos celebraban la muerte y resurrección del dios solar Attis

 

[4]  Jesús no estableció ninguna religión. Pongo este nombre entre comillas para simplificar.

[5]  ‹‹Porque si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará las vuestras›› (Mateo 6 : 14 – 15).

‹‹No juzguéis y no seréis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados y con la medida con que midáis seréis medidos›› (Mateo 7 : 1 – 2)

[6]  Así lo atestiguan los Hechos de los Apóstoles en los que éstos exigían a los cristianos nuevos el cumplimiento de la Ley judáica, circuncisión incluida. Tema (éste último) al que se opuso San Pablo.

[7]  Lucía Pérez García – Oliver. “Los santos y el pueblo”. EL DANCE DE SANTA BÁRBARA DE ANDORRA (Te). 2008. Pág. 91

[8]  Se clasifica como pagano a aquel que además de politeísta es idólatra.

[9]  Otras versiones de la Biblia dicen: “no tendrás otros dioses fuera de mí”. Se observan por tanto pequeñas diferencias según el traductor. Parece ser que una de las más fiables es la Biblia de Jerusalén. Yo he utilizado la versión de Ediciones Paulinas, que es bastante similar.

[10]  He dejado la frase a mitad deliberadamente para remarcarla. El versículo continúa: ‹‹ Pero el que los cumpla y enseñe será tenido por grande en el reino de Dios ››.

[11]  Arrio, sacerdote de Alejandría, había emitido la idea de que el Hijo de Dios (Jesús) había sido creado como cualquier otro hombre.

[12]  Cuyo primer líder, según los Hechos de los Apóstoles, fue Santiago, considerado por muchos investigadores como hermano carnal de Jesús.

[13]  Lo que hoy se conoce como Evangelio de los Hebreos, actualmente desaparecido y del cual únicamente se conocen fragmentos al ser citados en la literatura cristiana primitiva, parece ser que era una ampliación o refundición del Evangelio canónico de San Mateo. Otros autores suponen la existencia de tres evangelios: el utilizado por los Nazarenos, el de los Ebionitas y el de Hebreos propiamente dicho.

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